A principios de los años 70, la segunda ola feminista se dedicó a visibilizar los problemas a los que se enfrentaban muchas las mujeres en sus vidas domésticas y laborales. Este compromiso conllevó diferentes análisis, ideas y enfoques prácticos y pronto puso de relieve la necesidad de difundir las ideas feministas a un público más amplio que el de las mujeres que ya asistían a las reuniones. ¿Cómo hacerlo? Un pequeño grupo de mujeres con hijos e hijas pequeñas en Sheffield se dio cuenta de que el cine podía ser un medio poderoso para dar a las mujeres la voz que no tenían en los medios de comunicación tradicionales. Sheffield Film Co-op siempre fue un grupo de mujeres y aunque la palabra “mujeres” no estaba en el nombre oficial, se conoció localmente como la “cooperativa cinematográfica de mujeres”. Las componentes del grupo pidieron algún apoyo técnico a los hombres en las primeras etapas, pero fueron siempre ellas las que controlaron los procesos y resultados creativos. Su identidad local, es decir, no londinense, también fue un aspecto importante de la identidad del grupo.

Chrissie Stansfield, Sheffield Film Co-op, 2019